NUESTRA FE
DECLARACIÓN DE FE PROPOSITO
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Nuestra Iglesia tiene por objetivo primario la prédica y enseñanza del evangelio de Jesucristo y de las doctrinas expuestas en las Santas Escrituras para la salvación de las almas de nuestro pueblo, nuestro país y el mundo entero. También tiene como objetivo la rehabilitación del hombre carnal y destituido de la gloria de Dios, a un hombre espiritual que alcance la felicidad eterna a través de la Sangre de Cristo.
Como objetivo secundario tiene el propósito de establecer, todos aquellos programas positivos que encaucen al individuo a un ajuste consigo mismo, con su familia y con la sociedad. Además promover por medio de escuelas, asociaciones y actividades la unión social del pueblo de Dios y el progreso material de los creyentes.
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ARTICULOS DE FE
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La Biblia es nuestra toda y suficiente regla de fe y práctica. No decimos que esta declaración tiene todas las enseñanzas de la Biblia, sólo que cubre nuestras necesidades presentes en cuanto a doctrinas fundamentales.
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LAS ESCRITURAS
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La Biblia es la inspirada Palabra de Dios, es una revelación de Dios al hombre, regla infalible de Fe y Conducta, es superior a la conciencia y a la razón, pero no contraria a la razón (2Timoteo 5.15-16; 1Pedro 2:2)
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EL UNICO DIOS SE HA REVELADO SIENDO EL UNICO Y VERDADERO
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El único y verdadero Dios se ha revelado a sí mismo como el eternamente existente por sí mismo. “Yo soy”. Además, se ha revelado como reuniendo los principios de parentesco y asociación, es a saber, como Padre, Hijo y Espíritu Santo. (Deuteronomio 6.4; Marcos 12.29; Isaías 43.10, 11; Mateo 28.19; 1 Juan 5:7)
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EL HOMBRE, SU CAIDA Y REDENCION
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El hombre fue creado bueno y recto, pues dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza”, pero el hombre por su transgresión voluntaria cayó, y su única esperanza de redención está en Jesucristo el Hijo de Dios. (Génesis 1.26-31; Romanos 5.12-21).
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LA SALVACION DEL HOMBRE
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Evidencias de la salvación:
a) La evidencia interna en el creyente de su salvación es el testimonio del Espíritu Santo (Romanos 8.16)
b) La evidencia externa a todos los hombres es una vida de rectitud, santidad y buenos frutos. (Gálatas 5.20)
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EL BAUTISMO EN AGUA
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La ordenanza del Bautismo por inmersión como entierro con el que realmente se han arrepentido y en sus corazones realmente han aceptado a Cristo como su Salvador y Señor. Haciendo así, ellos han lavado el cuerpo en el agua como símbolo de purificación interna, declarando al mundo que han muerto con Jesús y que también han sido lavados con Él, para andar en novedad de vida. (Mateo 28.19; Romanos 6:4; Hechos 20.21; Hebreos 10.22)
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LA CENA DEL SEÑOR
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La cena del Señor consiste en el elemento del pan sin levadura y el fruto de la vida, es el símbolo que expresa nuestra participación de la naturaleza divina de nuestro Señor Jesucristo. (2Pedro 1.4). Un recuerdo de su pasión (1Corintios 11.26) y está ordenado a todos los creyentes hasta que el Señor Venga. La cena del Señor será distribuida al criterio del Pastor y de los oficiales.
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EL BAUTISMO DEL ESPIRITU SANTO
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a) PROMESA DEL PADRE. Todos los creyentes tienen derecho a la promesa del Padre, que es el Bautismo del Espíritu Santo y Fuego según el mandamiento de nuestro Señor Jesucristo. Todos deben ardientemente buscarlo y ansiosamente esperarlo. Esta fue la experiencia normal de todos en su primitiva Iglesia Cristiana. Con esta viene la investidura de poder para vivir y para servir, y los dones del Espíritu Santo. (Lucas 24.48; Hechos 10.44-46; Hechos 15.7-9)
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b) LA EVIDENCIA DEL BAUTISMO EN EL ESPIRITU SANTO. El Bautismo en el Espíritu Santo, es atestiguado por la señal inicial y física de hablar en otras lenguas como el Espíritu de Dios da que hable. (Hechos 2.4)
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SANTIFICACION.
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Las Escrituras enseñan una vida de santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Con el poder del Espíritu Santo, somos suficientes para obedecer el mandamiento de “Sed Santos como Yo Soy Santo” (1Corintios 1.30; 1Pedro 2.4)
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SANIDAD DIVINA.
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La liberación de las enfermedades está provista en la propiciación y es el privilegio de todos los creyentes. (Isaías 53.4) “¿está alguno enfermo entre vosotros?”. Llame a los ancianos de la Iglesia y oren por él habiéndole ungido con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe sanará al enfermo y el Señor le levantará” (Santiago 5.14-15).
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LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO
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Nosotros creemos en la pre-milenial e inminente venida de Cristo, para reunir a su pueblo con él, esto es, la resurrección de los que han dormido en Cristo y el traslado de ellos con los que aún viven, que sean de Cristo para encontrarse con el Señor en el aire. (1Tesalonicenses 4.16-17; Romanos 8.23; Tito 2.3; 1Corintios 15.51-52) Habrá un periodo de siete años llamado la “Gran Tribulación”, cuando el Anti-Cristo será revelado y terminará con la batalla de Armagedón y la Revelación de Cristo con sus ángeles y su Iglesia para ejecutar juicio sobre la tierra: 2Tesalonicenses. 1.7; Tito 2.3; Judas 1.14-15; Apocalipsis 19).
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LA IGLESIA
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La Iglesia es el Cuerpo de Cristo, la habitación de Dios en el Espíritu Santo, con nombramientos divinos para el cumplimiento de su Gran Comisión. Cada convertido del Espíritu Santo, es parte integrante de la Asamblea General e Iglesia de los primogénitos que están en los cielos (Efesios 1.22-23; Hebreos 12.2-30).
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LA GRAN COMISION
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Un ministerio divinamente llevado y bíblicamente ordenado ha sido provisto por nuestro Señor, para un doble Propósito:
A) La evangelización del mundo
B) Para la edificación del Cuerpo de Cristo (Marcos 16.15-20; Efesios 4.1-3).
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DIEZMOS Y OFRENDAS
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Estos se usarán de la siguiente manera:
a) Sostenimiento del obrero. “El obrero es digno de su salario” (Mateo 10.10).
b) Propagación del evangelio.
c) Mantenimiento de la Casa de Dios.
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EL REINO MILENARIO DE CRISTO
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La revelación de Jesucristo del cielo, la salvación de Israel como nación y reino milenario de Cristo en la tierra, es la promesa Bíblica y la esperanza del mundo (2Tesalonicenses 1.7; Apocalipsis 19.14-20).
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EL LAGO DE FUEGO
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El diablo y sus ángeles, la bestia y el falso profeta y todos los que no están inscritos en el Libro de la Vida, serán condenados a eterno castigo en “el lago que arde con azufre, que es la muerte segunda” (Apocalipsis 19.20, 20.10-15).
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EL CIELO Y LA TIERRA NUEVA
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Nosotros conforme a su promesa “esperamos cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia” (2Pedro 3.13; Apocalipsis 21.22).